jueves, 4 de julio de 2013

CUENTOS DE JORGE BUCAY

GALLETITAS

Me encanta este escritor y terapeuta argentino, me gusta leer sus relatos de los que puedes extraer muy buenas enseñanzas, y con esta entrada, comienzo una sección en el blog de relatos cortos de JORGE BUCAY. Espero que os gusten....


A una estación de trenes llega una tarde, una señora muy elegante. En la 
ventanilla le informan que el tren está retrasado y que tardará 
aproximadamente una hora en llegar a la estación. 
Un poco fastidiada, la señora va al puesto de diarios y compra una revista, 
luego pasa al kiosco y compra un paquete de galletitas y una lata de gaseosa. 
Preparada para la forzosa espera, se sienta en uno de los largos bancos del 
andén. Mientras hojea la revista, un joven se sienta a su lado y comienza a leer 
un diario. Imprevistamente la señora ve, por el rabillo del ojo, cómo el 
muchacho, sin decir una palabra, estira la mano, agarra el paquete de 
galletitas, lo abre y después de sacar una comienza a comérsela 
despreocupadamente. 
La mujer está indignada. No está dispuesta a ser grosera, pero tampoco a 
hacer de cuenta que nada ha pasado; así que, con gesto ampuloso, toma el 
paquete y saca una galletita que exhibe frente al joven y se la come mirándolo 
fijamente. 
Por toda respuesta, el joven sonríe... y toma otra galletita. 
La señora gime un poco, toma una nueva galletita y, con ostensibles señales de 
fastidio, se la come sosteniendo otra vez la mirada en el muchacho. 
El diálogo de miradas y sonrisas continúa entre galleta y galleta. La señora 
cada vez más irritada, el muchacho cada vez más divertido. 
Finalmente, la señora se da cuenta de que en el paquete queda sólo la última 
galletita. " No podrá ser tan caradura", piensa, y se queda como congelada 
mirando alternativamente al joven y a las galletitas. 
Con calma, el muchacho alarga la mano, toma la última galletita y, con mucha 
suavidad, la corta exactamente por la mitad. Con su sonrisa más amorosa le 
ofrece media a la señora. 
- Gracias! - dice la mujer tomando con rudeza la media galletita. 
- De nada - contesta el joven sonriendo angelical mientras come su mitad. 
El tren llega. 
Furiosa, la señora se levanta con sus cosas y sube al tren. Al arrancar, desde el 
vagón ve al muchacho todavía sentado en el banco del andén y piensa: " 
Insolente". 
Siente la boca reseca de ira. Abre la cartera para sacar la lata de gaseosa y se 
sorprende al encontrar, cerrado, su paquete de galletitas... ! Intacto!. 
QUIERO 
Quiero que me oigas, sin juzgarme. 
Quiero que opines, sin aconsejarme. 
Quiero que confíes en mi, sin exigirme. 
Quiero que me ayudes, sin intentar decidir por mi 
Quiero que me cuides, sin anularme. 
Quiero que me mires, sin proyectar tus cosas en mi. 
Quiero que me abraces, sin asfixiarme. 
Quiero que me animes, sin empujarme. 
Quiero que me sostengas, sin hacerte cargo de mi. 
Quiero que me protejas, sin mentiras. 
Quiero que te acerques, sin invadirme. 
Quiero que conozcas las cosas mías que más te disgusten, 
que las aceptes y no pretendas cambiarlas. 
Quiero que sepas, que hoy, 
hoy podés contar conmigo. 

Sin condiciones.

2 comentarios:

  1. Hola he abierto tu blog y he leído este ciento me encanta este escritor y me gusta tu nueva sección. Adelante con ella. Besicos

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  2. Gracias, me alegra que te gusten, saludos guapa !!!!!!!

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