¿Y SI NUESTRA VERDADERA IMAGEN NO SE REFLEJARA EN EL ESPEJO SINO EN LOS OJOS DE LOS DEMÁS?
Era uno de esos dias en los que una deberia dar parte de inhabilitada para conducirse a si misma debido a los posibles daños al entorno cercano.Al levantarme me enredé con las sábanas,cayendo de cara contra una silla a la que intenté aferrarme,pero que tiré,destrozando a la vez un par de medias y dejándome un moratón en el ojo derecho.Me metí en la ducha,pero la falta de agua caliente aumentó mi desdicha.Dadas las circunstancias,entré en la agencia de detectives de una mala leche monumental.Ydoya,la niña de la centralita,me pregunto si le habia dado los buenos dias o le habia ladrado.
El contable se interpuso en mi camino exigiéndome que de una vez por todas le presentase las facturas pendientes.El colmo fue cuando Maria,una compañera,me puso la mano en el hombro indicándome que si necesitaba alguien con quien hablar alli estaba ella y que la violencia de genero tal y cual........Se lo agradecí acotando que no tenia novio y que el "género" en cuestión era una silla.Por alli pasó el jefe comentando algo del "sexo duro" entre risitas,lo cual me hizo plantearme seriamente abandonar la escena.Sonó el teléfono y rogué que no fuese ningún caso del que ocuparme.Javier,el pelma de la empresa,me pedia ayuda en un tema complicado.......
"Mañana, lo prometo",le contesté. Al ver que el contable volvía a la carga , decidí definitivamente huir alegando una visita de trabajo. De más esta decir que el ascensor se había averiado. Me senté en la escalera intentando tranquilizarme antes de bajarlas:no queria agregar una torcedura de tobillo a la nefasta lista. El azar es francamente puñetero, ya que las alegrias nunca llegan en tropel como los marrones. Una vez en casa,me preparé un café y me senté ante el ordenador para trabajar un poco. Con la excusa de relajarme ante todo, entré en un CHAT, pura curiosidad por saber quién participaba a esas horas de la mañana. Empleados ligones que debian dar la imagen de estar trabajando, algunas amas de casa atiborradas de autocompasión y tedio frente a otras que proponian tertulias, recetas culinarias, etc.
El CHAT me levantó el ánimo hasta que surgió un hombre que destilaba tristeza por los cuatro costados de la pantalla.
Le pregunté que le estaba pasando." Una aplanadora "-me contestó-, pero no está pasando, la llevo encima". A partir de allí le "escuche" atentamente. Lo mio era insignificante ante su desdicha. Poco original, el pobre, nuevamente el amor no correspondido hacia de las suyas.
Era invisible para una compañera de trabajo segura de sí misma, lista y guapisima. Pensé en cuanto odiaba a esas mujeres, pero callé, para eso existe el chat, para que el "otro" se imagine que puede que "una" esté como un tren y su vez "una" que el "otro" quizas es el mas guapo del mercado.
Me comentó que ella no le daba oportunidad para que pudieran conocerse fuera del trabajo. Ella se lo perdía, ya que estubimos chateando horas y me pareció inteligente y con sentido del humor muy personal. Se me ocurrió entonces una idea un tanto atrevida, quizás.LE CONFESÉ QUE TRABAJABA EN UNA AGENCIA DE DETECTIVES Y QUE PODRIA AYUDARLE A AVERIGUAR ALGO MÁS SOBRE ESA MUJER, SUS GUSTOS, SU VIDA, COMO HACER PARA CONQUISTARLA.
No podía darse por vencido, no debia y tuve que insistir, explicándole que lo haría con mucho gusto y sin coste alguno. Me invadía una extraña sensación. entre entusiasmo solidario y temor: quizas me estaba metiendo en terreno peligroso. Finalmente aceptó agradeciendo mi amabilidad y apelando sobre todo a mi discreción. con la intuición de que podia confiar en mí. Me confesó que jamás se le hubiese ocurrido hacer tal cosa, a pesar de que ( coincidencias de la vida ) él también trabajaba en una agencia de detectives. Me dio su nombre y el de la susodicha. con lo que automáticamente apagué el ordenador. Luego fui en dirección al espejo y, mirándome directamente a los ojos, prometí que valdria la pena averiguar quien era yo: esa mujer que se tenía por poco lista y poco guapa y que era, a los ojos de Javier ( muy lejos de ser un pelma ), su chica, porque había escrito mi nombre en la pantalla.
Era uno de esos dias en los que una deberia dar parte de inhabilitada para conducirse a si misma debido a los posibles daños al entorno cercano.Al levantarme me enredé con las sábanas,cayendo de cara contra una silla a la que intenté aferrarme,pero que tiré,destrozando a la vez un par de medias y dejándome un moratón en el ojo derecho.Me metí en la ducha,pero la falta de agua caliente aumentó mi desdicha.Dadas las circunstancias,entré en la agencia de detectives de una mala leche monumental.Ydoya,la niña de la centralita,me pregunto si le habia dado los buenos dias o le habia ladrado.
El contable se interpuso en mi camino exigiéndome que de una vez por todas le presentase las facturas pendientes.El colmo fue cuando Maria,una compañera,me puso la mano en el hombro indicándome que si necesitaba alguien con quien hablar alli estaba ella y que la violencia de genero tal y cual........Se lo agradecí acotando que no tenia novio y que el "género" en cuestión era una silla.Por alli pasó el jefe comentando algo del "sexo duro" entre risitas,lo cual me hizo plantearme seriamente abandonar la escena.Sonó el teléfono y rogué que no fuese ningún caso del que ocuparme.Javier,el pelma de la empresa,me pedia ayuda en un tema complicado.......
"Mañana, lo prometo",le contesté. Al ver que el contable volvía a la carga , decidí definitivamente huir alegando una visita de trabajo. De más esta decir que el ascensor se había averiado. Me senté en la escalera intentando tranquilizarme antes de bajarlas:no queria agregar una torcedura de tobillo a la nefasta lista. El azar es francamente puñetero, ya que las alegrias nunca llegan en tropel como los marrones. Una vez en casa,me preparé un café y me senté ante el ordenador para trabajar un poco. Con la excusa de relajarme ante todo, entré en un CHAT, pura curiosidad por saber quién participaba a esas horas de la mañana. Empleados ligones que debian dar la imagen de estar trabajando, algunas amas de casa atiborradas de autocompasión y tedio frente a otras que proponian tertulias, recetas culinarias, etc.
El CHAT me levantó el ánimo hasta que surgió un hombre que destilaba tristeza por los cuatro costados de la pantalla.
Le pregunté que le estaba pasando." Una aplanadora "-me contestó-, pero no está pasando, la llevo encima". A partir de allí le "escuche" atentamente. Lo mio era insignificante ante su desdicha. Poco original, el pobre, nuevamente el amor no correspondido hacia de las suyas.
Era invisible para una compañera de trabajo segura de sí misma, lista y guapisima. Pensé en cuanto odiaba a esas mujeres, pero callé, para eso existe el chat, para que el "otro" se imagine que puede que "una" esté como un tren y su vez "una" que el "otro" quizas es el mas guapo del mercado.
Me comentó que ella no le daba oportunidad para que pudieran conocerse fuera del trabajo. Ella se lo perdía, ya que estubimos chateando horas y me pareció inteligente y con sentido del humor muy personal. Se me ocurrió entonces una idea un tanto atrevida, quizás.LE CONFESÉ QUE TRABAJABA EN UNA AGENCIA DE DETECTIVES Y QUE PODRIA AYUDARLE A AVERIGUAR ALGO MÁS SOBRE ESA MUJER, SUS GUSTOS, SU VIDA, COMO HACER PARA CONQUISTARLA.
No podía darse por vencido, no debia y tuve que insistir, explicándole que lo haría con mucho gusto y sin coste alguno. Me invadía una extraña sensación. entre entusiasmo solidario y temor: quizas me estaba metiendo en terreno peligroso. Finalmente aceptó agradeciendo mi amabilidad y apelando sobre todo a mi discreción. con la intuición de que podia confiar en mí. Me confesó que jamás se le hubiese ocurrido hacer tal cosa, a pesar de que ( coincidencias de la vida ) él también trabajaba en una agencia de detectives. Me dio su nombre y el de la susodicha. con lo que automáticamente apagué el ordenador. Luego fui en dirección al espejo y, mirándome directamente a los ojos, prometí que valdria la pena averiguar quien era yo: esa mujer que se tenía por poco lista y poco guapa y que era, a los ojos de Javier ( muy lejos de ser un pelma ), su chica, porque había escrito mi nombre en la pantalla.
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